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AI como miembro de Junta Directiva: La velocidad a la que avanzan los mercados y las empresas es cada vez mayor, de ahí que las decisiones deben ajustarse a ese nuevo ritmo. Y con tanta información disponible para poder tomar decisiones, el planteamiento de tener inteligencia artificial como miembro de junta directiva no suena tan descabellado.
Los miembros de junta directiva se enfrentan a retos importantes al tener que analizar gran cantidad de información, datos y variables en muy poco tiempo a fin de poder tomar decisiones rápidas y eficaces para sus organizaciones. La era en la que se tenía tiempo para poder analizar y volver a analizar las decisiones está pasando, porque la velocidad del entorno nos obliga a acortar esos espacios.
Este asunto lo comenzamos a evidenciar al estar en la junta directiva de una empresa mediana en la que, para maximizar su crecimiento, se decidió apostarle a las estrategias digitales. Hasta ahí, no estamos diciendo nada que no sea asunto recurrente en muchas compañías de diferente tamaño y distintas industrias; sin embargo, cuando se contrató a la empresa especializada en esta labor para comenzar el desarrollo digital, iniciaron los retos.
Dicha entidad comenzó a darnos una gran cantidad de datos sobre el comportamiento de los diversos canales digitales, fechas de compra, horarios, valores, productos, perfil de clientes, dispositivos de conexión, evolución, contactos, ventas, y un sinfín de información, hasta llegar al punto de que la junta directiva no lograba procesarla toda en tan poco tiempo para poder direccionar efectivamente la estrategia e integrarla a la compañía de modo que fuera en realidad exitosa.
Entonces, al analizar la situación en otras compañías, encontramos que en todas sucedía lo mismo (en algunas con canales digitales, en otras con costos, o con inventarios, etc.); así fue como entendimos que las juntas directivas no pueden ser ajenas a la revolución digital ni a utilizar la tecnología como mecanismo de análisis y depuración de información para la toma efectiva de decisiones.
Hablamos de inteligencia artificial como miembro de junta directiva no necesariamente porque ese sea el escenario al que deben adaptarse en este momento las organizaciones, sino como analogía de la transformación que deben generar para acercarse al ritmo actual y adelantarse al definir sus proyecciones.
Además, esto se combina con las habilidades de los miembros de junta directiva para poder entender de forma adecuada la información proveniente de estrategias digitales, dado que la mayoría son personas con gran experiencia y conocimiento en áreas claves, aunque no en el campo de la tecnología, lo cual hace difícil que logren integrar esa información con el mundo digital y por lo tanto se presenta un cortocircuito que ralentiza a las compañías, volviéndolas vulnerables ante sus competidores y consumidores, guardadas las proporciones según el mercado y segmento a los que se dirijan.
Las juntas directivas deben aplicar la tecnología a su gestión para que logren alinearse con las necesidades de sus empresas, los mercados y los clientes, lo cual no está sucediendo, sobre todo en las empresas pequeñas y medianas donde, primero: pocas tienen junta directiva, segundo: en las pocas que cuentan con ella solo algunas disponen de miembros que pueden integrar efectivamente el mundo digital con su realidad empresarial, y tercero: no consideran relevante que esa revolución digital llegue a la dinámica usual de sus juntas directivas, o no saben cómo lograrlo.
Por consiguiente, aquellos empresarios que entiendan esta situación y aquellos directivos que se reten para superarla, podrán avanzar mucho más allá y obtener mayor aporte de sus juntas directivas para maximizar el valor de las compañías y lograr sus objetivos corporativos
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