La Junta Directiva es aquella figura que ha estado presente desde hace mucho tiempo en las empresas alrededor del mundo; lo que sí podemos resaltar es cómo ha cambiado su dinámica y funcionamiento, para mejorar su efectividad, convirtiéndose así ahora en una herramientas mucho más sólida para las compañías, dado a que sus resultados y aportes no estaban siendo tan claros anteriormente.

 Uno de los asuntos que hemos visto que obstaculiza la gestión de estos organismos, es la falta de seguimiento y/o cumplimiento de las tareas. Aquí hay una responsabilidad compartida por parte de quién efectúa el seguimiento a las tareas, es decir, el secretario de la reunión, y de quienes deben cumplir las tareas.

Cómo mejorar la efectividad de las Juntas Directivas

Existen dos maneras diferentes de presentar los resultados de las tareas asignadas a la Junta:

  1. En una sesión de la Junta Directiva, en donde el resultado de la tarea se convierte en un punto del orden del día. Suele ocurrir en asuntos que necesitan un análisis exhaustivo o que requieren un debate en la plenaria para su resolución.
  2. Como información previa, mediante correo electrónico o vías similares. La Junta requiere revisar la información en algunos casos, pero no es necesario un debate específico. Esto sucede, por ejemplo, cuando se solicitan ajustes a los informes, corrección de datos o cuando el responsable de la tarea debe definir e informar a la Junta.

Si la mayoría de las tareas asignadas en la Junta están dirigidas al Gerente, este debe establecer mecanismos para recibir el apoyo de su equipo de trabajo en su cumplimiento y llevar los resultados a la siguiente sesión de Junta. Es necesario que exista un espacio en la agenda diaria de trabajo de la Gerencia para desarrollar estas tareas asignadas y para informar los avances u obstáculos al secretario de la Junta. Esto permitirá que la Junta tenga acceso a datos, análisis y resultados provenientes del interior del negocio, lo que ayudará a moldear mejor la estrategia.

El secretario de la reunión debe ser disciplinado y constante en el seguimiento de las tareas asignadas en la Junta. En ocasiones, es recomendable que una persona dedicada exclusivamente a esa labor, como un secretario externo, desempeñe ese papel. Esto se debe a que el seguimiento a las tareas es una tarea que consume tiempo y requiere mucha atención, dependiendo de la cultura empresarial en cuanto al cumplimiento de las responsabilidades.

Por lo tanto, tanto en uno como en otro caso, los miembros de la Junta Directiva deben dedicar tiempo a revisar la información previamente antes de las sesiones. De esta manera, podrán mejorar su efectividad y aportar más a la estrategia del negocio. Es un trabajo conjunto en el que los resultados son la suma de los esfuerzos de los diferentes actores que intervienen en las Juntas Directivas.

Cómo mejorar la efectividad de las Juntas Directivas

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